Hace unos meses estuvimos jugando toda la familia a la WII, si tal como suena, pues hasta mi madre se puso a jugar, cosa que en mi vida había visto, ni siquiera una pequeña disposición a jugar a nada que no fueran las cartas específicamente a un juego llamado la canasta.
Pero mi sorpresa fue muy grata cuando vi que hasta podía llegar a ser fanática de su equipo y animar a otros, así que se involucró totalmente. Es admirable como han conseguido ampliar el perfil del consumidor para esta consola.
Flipé, pues esta consola consiguió unir a mi familia para jugar a bolos. Me alucinó Mario volando; pues yo recordaba al de la gameboy con pantalla en blanco y negro, nada que ver con este nuevo Mario, volando por el espacio es de lo mejorcito que he podido jugar últimamente (no juego a casi nada, por peligro a engancharme), cambiando la perspectiva totalmente, es decir el centro de gravedad no existe simplemente.
Conclusión: menos mal que aún no tengo ninguna consola, con la que volverme una fanática absoluta de todos los juegos, de lucha sobre todo, no dudo que pronto caerá pues si no es el enano, seré yo la que pida para Navidad esta fantástica WII. Aunque no sé como le pondré freno a él o si él tendrá que ponerme freno a mi.
Otra conclusión es que cuando me jubile, ya se cual será una de mis prácticas habituales, uffff que vicio ;-)